En la Comarca abrimos una día a la semana la cabaña para dar atención al público.
Es el día que menos me gusta, si me toca quedarme a mi, porque, a fin de cuentas, yo soy bicho de campo. Pero, en cualquier caso, procuro tratar al administrado con educación y con respeto, y solucionarle, en la medida de lo posible, sus dudas y sus problemas: los funcionarios nos debemos al cuidadano.